Bienes únicos e irreemplazables
del patrimonio mundial están cada vez más amenazados y tanto su deterioro como
su desaparición constituyen un empobrecimiento nefasto para toda la humanidad,
se torna indispensable adoptar nuevas disposiciones que establezcan un sistema
eficaz de protección colectiva del patrimonio de valor excepcional, organizado
de una manera permanente y según métodos científicos y modernos. A cada estado le compete la obligación de
identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones
futuras el patrimonio cultural y procurar actuar con ese objeto por su propio
esfuerzo y hasta el máximo de los recursos de que dispongan, y llegado el caso,
mediante la asistencia y la cooperación internacional.
Para ello procurara adoptar una
política general encaminada a atribuir al patrimonio una función en la vida
colectiva y a integrar su protección en los programas de planificación general,
instituir servicios de protección, conservación y revalorización del patrimonio
dotados de un personal adecuado que disponga de medios necesarios y adoptar las
medidas jurídicas, científicas, técnicas, administrativas y financieras
adecuadas.
El legado jesuítico de la
provincia, Patrimonio de la Humanidad
El legado jesuítico de la
provincia de Córdoba fue declarado patrimonio de la humanidad por la asamblea
anual de la UNESCO en Cairns (Australia), el 2 de diciembre de 2001. La
revalorización Internacional del legado patrimonial de la provincia es el
resultado del trabajo iniciado por autoridades del área cultural que incluyó la
visita de un evaluador de la UNESCO, quien presentó un informe ante el buró
técnico de la UNESCO en París, el cual aprobó sin objeciones la documentación
presentada.
Las estancias jesuitas en la organización del territorio cordobés hacia fines del siglo XVII En términos territoriales los Jesuitas organizaron en espacio cordobés un sistema de estancias, en el que la funcionalidad de cada unidad de producción dependía de la localización, las actividades desplegadas en el espacio y el tiempo, la interacción entre los Jesuitas y la naturaleza los movimientos de personas,mercancías, ideas e información, los cuales otorgan identidad a la configuración regional. Los aspectos más relevantes del plan de gestión territorial encarado por los jesuitas fue el proceso que comprendió la apropiación de un espacio, su delimitación y la producción de actividades económicas orientadas a satisfacer las necesidades de las mismas estancias y las generadas por el Colegio Máximo y la Universidad en la ciudad de Córdoba, es decir, que para asegurar el sustento económico de esos emprendimientos culturales se recurrió a las estancias,
establecimientos rurales productivos localizados en el interior de la provincia. Las seis estancias fueron, Caroya, Jesús María, Santa Catalina, Alta Gracia, La Candelaria y San Ignacio.
Las estancias de Santa Catalina y
de Alta Gracia se instalaron en la franja de contacto entre el ambiente serrano
y la depresión periférica. Las estancias de Jesús María y Caroya se ubicaron en
la depresión periférica. La estancia La Candelaria se enclavo en plena sierra,
allí nacían en los ríos Suquía, Xanaes y Calamuchita sin los embalses que hoy
regulan su caudal. La cobertura vegetal que encontraron los jesuitas
corresponde al bosque serrano, el cual presentaba extensos molares, orco
quebrachos, arbustales de poleo y piquillín, algarrobales, espinillos en
lomadas y faldeos pedregosos. Los suelos del piedemonte se presentan con
aptitud agrícola. La depresión periférica, cuneta sedimentaria larga y estrecha
paralela a los cordones serranos, presenta fondo plano, lo cual facilitó el
proceso de apropiación y gestión espacial encargado por los jesuitas.
La Compañía de Jesús en el
espacio rural: las estancias.
La Estancia Caroya fue el primer
establecimiento rural organizado por la compañía en 1616. Fue adquirida por el
presbítero Ignacio Duarte Quirós (fundador del Colegio Convictorio de Nuestra
Señora de Montserrat) quién la donó para el sostenimiento de dicho colegio y
para que la casa sirviera de residencia de vacaciones para los internos del
mismo. La estancia se ubica en el sector oeste de la ciudad de Colonia Caroya a
44 kilómetros al norte de la ciudad capital.La estancia Santa Catalina fundada en 1622 fue la más extensa de todas. Fue el gran centro de producción agropecuaria (con miles de cabezas de ganado vacuno, ovino y mular) amén del obraje con sus telares y aparejos, la herrería, la carpintería, el bata, los dos molinos, el tajamar y su alimentación subterráneas de agua que venía desde Ongamira, en las sierras, a varios kilómetros de distancia. El complejo comprende la Iglesia Monumental (1763) con su imponente fachada de barroca; además están las ruinas del noviciado, la ranchería que servía de alojamiento para los esclavos, el tajamar, restos de acequias y molinos. Este conjunto de encuentra en el paraje rural a unos 20 km al norte de la ciudad de Jesús María.
La estancia de Alta Gracia data
de 1643. La ocupación española comenzó en 1588 cuando Juan Nieto recibió de
Jerónimo Luis de Cabrera estas tierras en merced.Sus herederos nombran a la
Estancia "Nuestra Señora de Alta Gracia", hasta que uno de ellos al
enviudar y no tener descendencia, donó la propiedad al patrimonio de la Compañía
de Jesús. De aquí hasta la expulsión de la orden, la estancia se convirtió en
un emporio agropecuario, sostén económico del colegio máximo de la ciudad de
Córdoba. El templo, con su particular tachada barroca, es hoy la Iglesia
parroquial de la ciudad de Alta Gracia. El complejo incluye el obraje destinado
a la producción textil, el tajadas (1659) murallón de piedra cal y arena de 80
metros de largo, las ruinas del molino y el antiguo horno. La agricultura y la
ganadería fueron las bases de su economía. El casco de la estancia ha quedado
inmerso en el centro de la ciudad de
Alta Gracia, frente a la Plaza Central a 36 km SO de Córdoba.
La Estancia de Candelaria,
enclavada en un valle del norte de las sierras grandes, llegó a constituirse en
el mejor ejemplo de un establecimiento rural serrano productor de ganadería
extensiva mular, destinado al tráfico de bienes desde y hacia el Alto Perú. El
predio tomaba desde la Cumbre de Achala hasta EL Bañado y Valle de Soto.
Comprende la capilla, los corrales y los restos del tajamar, el molino y las
acequias.
A partir de la disponibilidad en
el área norte de la provincia de estas estancias y lugares se ofrece al público
en general una infinidad de ofertas en materia turística.Se anexa vídeo:
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