Son aproximadamente
unos 150 millones de afrodescendientes en Latino américa y el Caribe, lo que
equivale a un tercio de su población total. La importancia numérica de la
diáspora africana en esta parte del continente es tal, que la Unión Africana le
dio entidad como la sexta región. En casi todas partes esta población es
víctima de discriminación racial y exclusión razón por la cual sufre grandes
privaciones económicas y sociales al igual que ocupa un número mucho menor de
cargos directivos en la sociedad que los alberga. En el proceso de
consolidación nacional se utilizó la terminología grupo dominante de civilizado
y a los otros bárbaros (afrodescendientes), esto dejo poco espacio para la
construcción de un espíritu de multiculturalismo.
El mayor número población afro
estaba en lo que hoy sería el casco histórico, donde estaban las iglesias y las
rancherías que ellos habitaban, en las estancias Jesuiticas, zona de Santa
Catalina, la Candelaria, Jesús María, Colonia Caroya. También había un barrio
típico que se llamaba “El Congo”, cercano a lo que hoy es la terminal de
colectivos, entre Paraná e Independencia y la zona del “Abrojal” (Guemes) y en
todas las órdenes religiosas de la ciudad de Córdoba. Conformaban toda la mano
de obra artesanal, del servicio doméstico y en las estancias trabajaban en le
ámbito rural, había zapateros, herreros, carpinteros, sastres, sombrereros.
Este tipo de actividades irían industrializándose, transformando a artesanos en
proletarios y convirtiendo a los afrodescendientes en los primeros obreros
cordobeses. Pero antes de eso, hubo otras formas de invisibilizarlos.
Con respecto a la desaparición de la
población, existen diversas teorías o más que teorías, mitos. Uno de ellos
hablaba del envío de los negros a las guerras y su consecuente exterminio. Sin
embargo, este mito no se condice con la realidad, ya que los archivos
históricos muestran que la existencia de la población africana continúa siendo
numerosa para 1880.
Otra idea es la de las grandes
epidemias. Otro mito ya que los afrocordobeses no fueron a ningún lado, si no
que se mestizaron. Mestizaje que contribuyó a la invisibilización de una
identidad. Invisibilización que provino de las clases dominantes argentinas, o
mas bien hubo un proceso de auto invisibilización, en el sentido de negar su
identidad étnica y así asimilar otros términos como argentino, por una cuestión
de estigma. En una sociedad racista y conservadora como la de Córdoba, estas
cuestiones contribuyeron un poco a su invisibilización en la medida que fueron
olvidando sus tradiciones, su cultura, pero hay que matizarlo porque, por
ejemplo, el candombe sobrevivió en Córdoba hasta 1820. Después lo ah ido
reemplazando el tango, que también es otro elemento afro mestizo.
Pese a estos procesos de negación de
la cultura africana, ella sigue presente en la cultura argentina y cordobesa. Se
puede ver que la cultura argentina tiene elementos varios: en el folklore, la
percusión en el tango, la milonga, el candombe. Hablamos más de 100 vocablos de
origen afro, por ejemplo kilombo. Incluso en prácticas como el trabajo a
desgano, prácticas contrahegemónicas que encuentran su continuidad. Y hoy esas
huellas buscan ser rescatadas por los afrodescendientes. En Buenos Aires ya
existen muchas asociaciones identitarias y en Córdoba el proceso está
comenzando. Sin embargo mientras no se trabaje el sistema escolar y no haya un
proceso previo de concientización en las escuelas que llegue a nuevas
generaciones, el alcance real de esta situación no sé visibilizara. Es un
proceso muy lento porque se hace desde la militancia y el activismo.
Se anexa vídeo:
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